Mis sueños de niña:
Desde que era una niña, siempre disfruté escribiendo cualquier cosa. Ya fuera trabajo escolar como un ensayo o simplemente, yo inventando mi propia pequeña historia, me encantó. También siempre me ha gustado dibujar. Así que durante un tiempo he estado yendo y viniendo entre escribir y dibujar.
Cuando era pequeña, me encantaba hablar con la gente y hacer amigos. A medida que fui creciendo, me volví más callada y tímida. A menudo me sentía fuera de lugar porque cada vez que la gente me preguntaba qué quería ser de mayor, decía que quería ser pintora, artista o escritora. Parecía que los otros niños con los que estaba ya sabían exactamente lo que querían hacer.

Cómo comencé a enamorarme de la escritura:
Durante más de dos años, durante el octavo y el noveno grado, lo pasé mal. Pensé que tenía buenos amigos cuando no eran realmente buenos conmigo. Había un amigo en particular con el que era muy cercana y pensaba que éramos los mejores amigos, eso terminó cuando ocurrió una falta de comunicación y dejó de hablarme, lo que provocó que sus otros amigos dejaran de hablarme.
Ahora estaba completamente sola. No tenía muchos otros buenos amigos y era demasiado tímida para hacer nuevos amigos, así que me senté sola, viendo videos o escuchando música. Me tomó un tiempo darme cuenta de que era miserable y ya no era feliz. Mi vida se sentía como un ciclo, como si hiciera lo mismo todos los días. Voy a la escuela, no hablo con nadie y me siento sola a la hora del almuerzo. Luego me iba a casa y a veces lloraba porque me sentía muy sola.

Cómo escribir me salvó la vida:
Un día, cuando estaba en casa, miraba videos al azar y mi cerebro comenzó a pensar. Empecé a crear personajes y una historia de la nada. Decidí poner mis pensamientos en una nota en mi teléfono para no olvidarlo. A partir de ahí, comencé a desarrollar la historia que había imaginado y lo hice todos los días después de la escuela. Comencé a darme cuenta de que esto me estaba animando y me estaba volviendo feliz una vez más.

Encontré mi lugar feliz:
Descubrí que escribir es un escape de la realidad para mí. No me concentro en nada que me esté molestando, solo soy yo y mi historia. Me encanta crear una historia y desarrollar los personajes que la acompañan. Me gusta poder agregar mi propia creatividad, para hacer algo que no solo escribí yo misma, sino también para hacer algo de lo que estoy realmente orgullosa.
Escribir sigue siendo una gran parte de mi vida, a pesar de que el año pasado dejé de escribir y comencé de nuevo en septiembre pasado después de mi cumpleaños. Mi sueño y mis metas es quizás algún día, publicar una de mis historias para poder compartirla con otros y quizás quién sabe, hacer feliz a la gente mientras la leen e inspirar a otros a seguir sus propios sueños más profundos.